No por escribir una con retraso siente menos emoción, así que ahí va la entrada de aquel bonito día de agosto en el que unas preciosas mujeres y niñas se subieron al escenario que nos montó el Ayuntamiento de Astorga ( siempre mil gracias, de verdad) justo donde nosotras queríamos:
¡¡¡Delante del Palacio de Gaudí!!!
La cantidad de público que había fue increíble y aún más sus caritas mientras bailábamos. Una de las canciones no la bailé porque había mucha gente arriba del escenario y me daba miedo que alguien se cayera, así que pude observar desde abajo a mi Tribu Mandala, a las participantes de los talleres y al público. Y he de reconocer que mi alma se hinchaba de orgullo y de felicidad por momentos.
Y para no quedarnos sin ganitas de bailar todas juntas, nos bajamos del escenario y bailamos mucho faldeo y llenamos con nuestras faldas, esos instantes, de colorido y felicidad.
P. D.: Me encantan los momentos previos a la actuación en las que nos tuneamos, nos ayudamos unas a otras, repartimos flores, tranquilizamos a las que tienen miedo escénico y que, normalmente son las que luego dicen que si bailamos otra. ;)
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