jueves, 16 de octubre de 2014

Mandala y Percusión 1331


 Bailar con música en directo es de esas cosas que hace que a las bailarinas se nos iluminen los ojillos de entusiasmo. En nuestra vida como Tribu habíamos tenido oportunidad de hacerlo en contadas ocasiones y siempre improvisadas: unas darbukas en el decorado que alguien se arranca a tocar, un amigo que aparece después de una actuación y nos acompaña… Pero siempre dejándonos con ganas de más e intentando cuadrar agendas y horarios imposibles, hasta que desistíamos.

Como las mejores circunstancias suelen surgir por sorpresa, a finales de verano Lara nos contó que igual, quizá, a lo mejor, había algún músico dispuesto a hacer algo bonito con nosotras. Reconozco que no quisimos creerlo del todo. Más veces lo habíamos intentado y otras tantas no se había podido conseguir.  Además, estábamos inmersas en la locura del mes de agosto, había cursos, haflas y actuaciones por preparar, y la idea de meternos en otro lío más nos tentaba y nos espantaba a partes iguales.

Pero por fin un día resultó que teníamos fecha, lugar y músicos… Y una felicidad que no cabía en nuestros cuerpecitos. Un par de ensayos para conocernos, alguien que está allí de casualidad y se une al grupo con sus mil instrumentos, otro que llega por sorpresa  y le da el toque definitivo al conjunto…

La Cuadra 1331 es un lugar especial, y la noche era tan cálida que pudimos bailar en el patio, aún más mágico si cabe. El local se llenó de tribaleras, de amigos, de desconocidos que nos veían por primera vez e incluso se animaron a bailar la última con nosotras.
 
Empezamos con el saludo tribal, algo que hacemos siempre que podemos porque nos conecta y llena nuestros corazones. Después algo lento, un poco más de percusión… Y bailamos, bailamos, bailamos, bailamos… ¡¡¡Hasta estar agotadas y sentir que los brazos se caerían al suelo, y aún así, queríamos seguir bailando!!!  Borrachas de danza y de tribal como suele sucedernos, pero más aún en esta ocasión, atrapadas por la música, improvisándolo todo con un guiño y una sonrisa, más ATS® que nunca.



A nosotras ya nos conocéis de sobra, pero fueron ellos los que hicieron que la noche se llenara de música y de magia. En la foto, de izquierda a derecha:

Luis Miguel Sanz Mayo, un verdadero lujo que las notas de su viola de gamba nos acompañaran, y un encanto de persona que nos ha cautivado.

Brian Bufón, un placer contar con su presencia, sus instrumentos, su creatividad y sus chilabas ;)

Jontxu, sin el que nada de esto habría sido posible, y que nos dio la oportunidad única de tribalear al son de una txalaparta :D

Camuflada entre Lara y Chayo, Patri García, ¡qué mujer y qué talentazo, qué maravilla de flauta y de percusión!



Gracias a todos, de corazón.

Y a quienes vinieron a arroparnos esa noche, a La Cuadra 1331 por acogernos en un espacio tan maravilloso, a Noelia por las fotos… ¡Fue una estupenda despedida del verano!

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