El día 2 de noviembre se celebra en México el día de los Muertos. Y en nuestra Tribu hay que reconocer que nos encanta el tema y sobre todo el maquillaje de la popular "Catrina" que es una calavera vestida con diferentes atuendos como muestra de la presencia de la muerte en todo lo cotidiano.
Así que en un arrebato ( ¡otro más!) de locura, decidimos vestirnos de tribal, con las caras maquilladas de Catrinas e ir a Villa Odila, en Castrilllo de las Piedras donde estaba la casa veraniega de los Panero y bailar allí en un día muy especial para honrar su memoria.
Ese día amaneció lluvioso e increíblemente frío, pero decidimos seguir adelante con nuestra aventura y aunque con retraso, porque el maquillaje nos llevó más tiempo del pensado, aparecimos maquilladas y vestidas en Villa Odile.
Se notaba la mano del frío viento en nuestras espaldas mientras esperábamos nuestro turno para bailar y se oía su choque contra las encinas, pero la magia de la música hizo que nuestros cuerpos se llenaran de poesía y bailaran para recordar al poeta.
El poema elegido es aquel en el que el poeta dolorido lloraba la muerte prematura de su hermano, Adolescente en Sombra, y que podemos hoy bailar porque María José Cordero le puso música y su maravillosa voz en su álbum Leopoldianas. Una mezcla de dolor y desgarro, de música y poesía unida en un tango del que me enamoré la primera que lo escuché. Y supe que quería bailarlo...¡¡y a poder ser con mi tribu!!
Gracias a Celeste por sus fotos y por esta preciosa idea de bailar en un sitio tan especial. Gracias a Gaspar Miguel Cuervo Carro por confiar otra vez en nosotras. ¡¡Es una gozada hacer cosas contigo!! Y gracias a Erika Oliveira por estar con nosotras y traernos cositas ricas para comer y beber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario