Aunque lleve dos años viviendo lejos de nosotras, nuestra Lara siempre vuelve, baja las escaleras de la Cueva, y empieza a bailar como si nunca dejara de hacerlo, sabiendo que regresa a la Tribu y a casa. Mirándonos de reojillo cuando lidera, eso sí... ;)
Su flamenquito le da otro aire a nuestro baile, las vueltas son distintas cuando ellas las marca, porque es inevitable seguirla al girar, dejarnos llevar por su manos... Manos flamencas y prodigiosas que hasta han dibujado nuestros logos, eh!
Ahora además es la profe de nuestras peques en verano, las niñas la adoran y a ella se le cae la baba viéndolas sobre el escenario al final del curso.
Felicidades Lara, preciosa, gracias por acompañarnos en esta maravillosa aventura.
¡Qué sigas bailándolo todo tan bonito!
Pues felicidades a otra bailarina de sueños y de vida, que seas muy feliz con tu tribu. Abrazotedecisivo a todas.
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