El domingo 25 de agosto tuvimos la Gala de Danza Tribal, con nuestro grupo y las participantes de los talleres de danza tribal de toda la semana: las niñas, las mamis que iban con ellas porque por cuestiones de trabajo no podían venir por la tarde
y todas las mayores.
Y este año nos hemos llevado la agradable sorpresa que casi todas las participantes de los cursos querían subirse al escenario con nosotras: LILILIIIIIIIIIIII!!
¡¡¡El año que viene necesitaremos uno más grande!!!
Esta actuación fue súper bonita porque llevamos todas nuestras faldas y mil cosas varias y las compartimos con quien no tenían, así que cuando las chicas iban llegando al punto de encuentro las íbamos "tuneando" al rollo tribal: que si pinturas de guerra por aquí, que si diamantitos por allá, un poco de khol, un pañuelo en la cintura, no hay nervios, tranquilas, vamos a ver si cabemos arriba del escenario ( ay, madre, que no se caiga ninguna), estiramos un poquito y... ¡¡directo al corazón!!
Me piden hacer el saludo Tribal... ( ains, Chayo, que ahora no te puedes emocionar...) Vaya, que se expandan las cosas tan adentro me llegan directamente al alma. Me emocionó que me pidieran hacer el Saludo, me recuerda a Carolena Nericcio y el instante en el que la tuve delante.
Antes de empezar la Gala quisimos regalarme a Mercedes G. Rojo, nuestra concejala, una camiseta de Danza Tribal Astorga, para darle las gracias de alguna manera por su apoyo a cada cosa que montamos, a cada locura nueva que nos entra, por estar a nuestro lado desde el principio de todo y facilitarnos un local para ensayar.
Y las peques de Astorga bailaron como unas profesionales junto a su profe de este año, Lara Badal.
¡¡¡Estas niñas dentro de poco harán que seamos muchas más en nuestras actuaciones!!!
Jo, las mayores no podíamos dejar de mirarlas, es que son un cuadro precioso lleno de mil matices de inocencia y bailando tribal.¡¡Qué bonito!!
Y cuando nos tocó a las mayores, y cosas que me hace muy muy feliz, desbordando las previsiones de cuántas íbamos a bailar, tuvimos que partir nuestra actuación en dos canciones, para que a todas les diera tiempo de salir al centro.
Porque a veces nos juntamos muchas vergonzosas y preferimos ser coro, pero esta vez eran todas unas valientes y querían bailar tribal en el centro. ¡¡Ay, qué bien!!
¡¡Qué cantidad de sonrisas, caras preciosas y colores arriba de un escenario!! ¡¡Es increíble recordarlo!!
Y al final, queríamos bailar con las peques, y con el público que se atreviera, así que bajamos del escenario y nos pusimos en medio de la Plaza de la culebra a mover nuestras caderas.
Increíble la cantidad de gente que nos siguió. Es que me sigue asombrando que se animen a bailar sin apenas saber un paso. ¡¡Debe ser la felicidad en nuestras caras que les contagia!!!
Y acabar en círculo, mirándonos unas a otras, compartir ese instante de danza en círculo,
llena cualquier alma de sonidos que nos llevan a tiempos remotos... donde empezó toda la Magia.
¡¡Gracias a cada una de vosotras por bailar tribal!!
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